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sábado, 30 de enero de 2010

BARRERAS

Los problemas de accesibilidad afectan especialmente a los discapacitados en silla de ruedas, aunque éstos no son los únicos perjudicados: 
Según el Instituto Nacional de Estadística, un 9% de la población tiene deficiencias que le dificultan desplazarse, ver, oír, comunicarse, etc.
Pero lo cierto es que una buena accesibilidad beneficia a todos: cuando se lleva a un niño en una sillita, cuando se cojea por culpa de una lesión, cuando se va cargado, o simplemente, porque un acceso sencillo es sinónimo de comodidad.

ACCESIBILIDAD ARQUITECTONICA

La accesibilidad arquitectónica, urbanística
y el de transporte es un derecho básico para las personas discapacitadas.

                          Para valorar hasta qué punto las diferentes administraciones han trabajado en este ámbito, y con el ánimo de sensibilizar a la población en general, el Estado ha analizado la accesibilidad en 143 edificios de uso público repartidos en varias capitales .
Un problema que afecta a todos
Los problemas de accesibilidad afectan especialmente a los Discapacitados en silla de ruedas, aunque éstos no son los únicos perjudicados: según el Instituto Nacional de Estadística, un 9% de la población tiene deficiencias que le dificultan desplazarse, ver, oír, comunicarse, etc.
Pero lo cierto es que una buena accesibilidad beneficia a todos: cuando se lleva a un niño en una sillita, cuando se cojea por culpa de una lesión, cuando se va cargado, o simplemente, porque un acceso sencillo es sinónimo de comodidad.
A pesar de ello, el estudio revela que la mitad de los edificios de uso público visitados tienen problemas de accesibilidad. Se trata de obstáculos y barreras tales que, en muchos casos, pueden llegar a impedir a un Discapacitado cumplir con una obligación (pagar un impuesto), hacer uso de un derecho (pedir el subsidio de desempleo) o disfrutar de actividades lúdicas o culturales (ir al cine).
Accesibilidad exterior
La primera parte del estudio se centró en los medios de transporte y las barreras urbanísticas que pudiese haber en los alrededores de los edificios analizados.
- Más de la mitad de los edificios no tienen cerca de la entrada pasos de peatones adecuados para sillas de Discapacitados; bien porque no tienen vado, o porque aún teniéndolo están mal construidos y tienen un escalón con un desnivel superior a 3 cm.
- Tan solo una tercera parte de los edificios dispone de plazas reservadas para minusválidos frente a la puerta principal; además, apenas una quinta parte de estos edificios cuenta con un parking cercano donde haya plazas reservadas para ellos.
- La mayoría los edificios contaba en sus cercanías (a no más de 200 m) con alguna parada de autobús, metro o tren adaptada para personas discapacitadas. Sin embargo, el grado de adaptación no siempre es el ideal: por ejemplo, aunque la plataforma baja de un autobús facilita su uso a ancianos, niños y otras personas de movilidad reducida, un Discapacitado en silla de ruedas necesita además una rampa extensible.
En definitiva, en lo que respecta a la accesibilidad exterior (transporte y urbanismo), los resultados del análisis dejan mucho que desear: el 39% de los edificios de uso público analizados son poco o nada accesibles.
Accesibilidad interior
El núcleo del estudio fue el análisis interior de los edificios seleccionados. Lo que se conoce como accesibilidad arquitectónica.
- El principal problema de acceso al que se enfrenta una persona con minusvalía son las escaleras. Pues bien, en cuatro de cada cinco de cada diez edificios visitados había dos o más escalones; en estos casos, únicamente el 40% de los edificios tenían medios alternativos (rampas, ascensores, plataformas) para superarlos.
- Aunque ocho de cada diez rampas eran utilizables por una persona en silla de ruedas, únicamente un 9% fueron sido valoradas con la máxima puntuación; las deficiencias más comunes fueron una excesiva pendiente, su estrechez, la falta de espacio para maniobrar y la ausencia de una barandilla para apoyarse.
- La presencia de un ascensor para subir o bajar de planta es imprescindible en el caso de las personas discapacitadas. A pesar de ello, el 13% de los ascensores analizados son difícilmente utilizables, o incluso imposibles de usar por un Discapacitado en silla de ruedas. Las razones principales fueron la estrechez de la puerta y las reducidas dimensiones interiores.
- En cuanto a las plataformas elevadoras, dos de las doce que se analizaron (situadas todas ellas en la entrada del edificio) estaban fuera de servicio.
- La puerta es otro de los obstáculos principales, especialmente para las personas en silla de ruedas. Una de cada diez era difícil de superar, generalmente porque era de doble hoja y uno de sus lados estaba cerrado (para desbloquearla hay que quitar un pestillo arriba). Otros fallos bastante comunes son la escasa anchura de la puerta, su excesivo peso o un picaporte complicado de usar.
- Algunos de los edificios visitados ofrecen entradas alternativas preparadas especialmente para discapacitados. Se trata de una solución razonable, siempre que esta otra entrada esté correctamente señalizada y que permita el pleno acceso al resto de dependencias, lo que raras veces sucede.
En resumen, el 36% de los edificios analizados es poco o nada accesible interiormente, principalmente por la ausencia de alternativas (rampas, ascensores...) a los escalones.
Los cuartos de baño
Entre los edificios visitados que disponen de servicios públicos, casi la mitad de los cuartos de baño (47%) son inaccesibles para una persona en silla de ruedas; aunque parezca mentira tratándose de edificios de uso público, son servicios que no están diseñados para el empleo por discapacitados.
Otro 17% de los cuartos de baño son difíciles de usar. Los problemas están relacionados con varios factores: las puertas, bien porque sean estrechas (inferiores a 70 cm), o porque se abran hacia dentro en vez de hacia fuera; los lavabos e inodoros, por su excesiva altura y por la falta de espacio para acceder a ellos desde una silla de ruedas; y, cómo no, la ausencia de barras de transferencia para utilizar el inodoro.