FUCAAD

'Nada sobre nosotros se hará sin nosotros'

domingo, 18 de julio de 2010

Que hacemos por los Discapacitados

Reinaldo Campos

LUNES, 20 DE OCT DE 2008. 3:18 PMPara algunos es un mal necesario. Otros consideran que resulta inútil. ¿Sobreprotección? Sí, así es. Admítalo, usted quiere tener el completo control sobre sus seres queridos. Pero, según los especialistas en psicología, para lograr la integración y la normalización de las personas con discapacidad, es necesario sustituir la sobreprotección por el apoyo. Sin embargo, por cultura en Venezuela se tiende a cuidar en exceso a los individuos con deficiencias. Imagínese, si a su hijo sin discapacidad lo protege, a uno con discapacidad mínimo lo encierra dentro de una burbuja irrompible.

Si bien es cierto que existe poca consideración por las personas con discapacidad, por falta de más ciudadanos en este país, déjeme recordarle que la sobreprotección no sólo invade a la persona, sino que hace disminuir sus capacidades. Entonces qué hacer?. Dar y dar apoyo. Esa es la palabra mágica en esta situación. El apoyo es el refuerzo que necesita alguien para llegar a un determinado resultado.

Los niveles de autonomía en las personas, y concretamente con quienes tienen discapacidad son directamente proporcionales al apoyo que se les preste e inversamente proporcionales a la sobreprotección con que se les trate. El meollo del asunto radica en que los demás miembros de la sociedad sean capaces de brindar los medios, dotar de recursos y quitar las barreras para que puedan desarrollar sus potencialidades y llevar una vida normal como ciudadanas y ciudadanos de pleno derecho.

El problema no está en la diversidad, o en la existencia de gente diferente, más bien todo lo contrario: la diversidad enriquece. El problema está en la valoración desigual que se hace de la diferencia, lo cual convierte la diferencia en desigualdad.

A propósito de este párrafo, el artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos reza: “Todos los seres nacen libres e iguales en dignidad y derechos”. Pero para que este principio se haga realidad es necesario que los medios de comunicación (creadores de imágenes y conformadores de identidades colectivas), contribuyan a que las personas con discapacidad puedan disfrutar de los derechos reconocidos en la Constitución: civiles, políticos, sociales, económicos y culturales.