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domingo, 21 de marzo de 2010

Retomar el Sueño

William Sandoval espera superar su discapacidad y retomar el sueño que le robaron cuando le dispararon nueve veces (Gil Montaño) 

Sobre la camilla de la morgue del hospital Luis Razetti de Barcelona, en Anzoátegui, reposa William Sandoval, de 19 años. En la pierna tiene la cifra asignado el día y del dedo meñique del pie cuelga el número de ingreso. Para el cuidador de la morgue la pila de cuerpos ya no es más que una montaña de carne, pero hoy uno de esos muertos abrió los ojos y volvió en sí. Pasada la impresión, corrió a buscar ayuda y devolvió a Sandoval a la Emergencia. Aunque lo dieron por muerto a su llegada por lo débiles de sus signos vitales, estaba vivo, le dispararon nueve veces y aunque sobrevivió quedó con una discapacidad permanente.
Un mes en coma, dos paros respiratorios, más de tres meses de hospitalización y un año casi sin moverse fue lo que siguió a aquella noche del 18 de noviembre de 2006.
Aunque vivía en Caracas, Sandoval estaba en el barrio Tronconal, en Barcelona, visitando a una tía. Salió con su moto a comprar unos panes para la cena, y cuando salía de la panadería un "amigo", conocido desde la infancia, lo apuntó con su arma y le pidió la moto.
Pensó que bromeaba hasta que le disparó en la cara. Herido, Sandoval reaccionó yéndosele encima, pero no previó que el sujeto estaba con dos más que le dispararon en repetidas ocasiones. Hasta allí llegaron los planes de ser chef en postres mediterráneos. Sandoval se había graduado en la escuela de cocina La Casserole Du Chef y quería terminar su especialización para empezar a laborar cuando le cambió la vida.
Números de alarma
Según las proyecciones del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, las cifras anuales de fallecidos por arma de fuego triplican los homicidios. Así que si en 2009 hubo 16.094 homicidios fueron al menos 48.282 heridos.
Y aun más, especialistas como el criminólogo Javier Gorriño aseguran que hoy por hoy los heridos por cada fallecido por arma de fuego pueden llegar a cuatro víctimas. Una muestra de ello es que el pasado fin de semana en solo dos eventos hubo ocho heridos: dos muertes en Gramovén con cuatro heridos, y una en Petare con cuatro lesionados más.
Como el caso de William, la mitad de los heridos por arma de fuego que ingresan a los hospitales quedan con una discapacidad permanente. Grecia Marcano, jefa de emergencia del hospital Pérez Carreño, dice que el promedio mensual de heridos por esta causa son unas 84 personas y de ellas cerca de la mitad resultan con una lesión permanente.
Ramón García, director del cirugía del hospital Periférico de Catia, explica que de los heridos por bala que ingresan cada mes, unos 15, son sometidos a operaciones de magnitud. De ellos, tres se complican y pasarán entre tres y nueve meses en el hospital. Dice que al menos en la mitad de los casos las víctimas tienen comprometidas las extremidades inferiores y requerirán de ayuda para caminar.
ldavila@eluniversal.com

Laura Dávila Truelo
EL UNIVERSA

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